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Cuento La mentira de María
Hoy te traigo el cuento la mentira de María, una historia que nos enseña a no decir mentiras ya que podemos lastimar a quien amamos.
A veces, podemos sentirnos tentados a decir mentiras pequeñas, aunque no sean buenas. Porque parece que pueden salvarnos de regaños, sacarnos rápidamente de problemas, hacer más fáciles algunos momentos o hacernos recibir recompensas.
Lo cierto, queridos amigos, es que las mentiras siempre son descubiertas, convirtiendo situaciones pequeñas en grandes problemas, con lo que podemos lastimar a los demás y causar que dejen de creer en nosotros.
Una niña llamada María tuvo que aprender esta lección a la mala, por contar La mentira de María que la metió en grandes problemas.
María era una niña muy traviesa, que le hacía muchas bromas a sus compañeros. Un día, le hizo una travesura a su amiga Tania, que la hizo llorar y correr a contarle a la maestra lo que había sucedido.
Esto causó que la maestra hablara seriamente con María, y le pidiera que llevara a sus padres a la escuela el día siguiente, para hablar con ellos.
“No creo que sea posible” dijo María, pensando rápidamente en una mentira para evitar el problema “mi mamá ha estado muy enferma, y mi papá tiene que cuidar de ella”.
Tifón y la ballena
La princesa que no quería nadar
El ratón tranquilo
Rundo y el colibrí
“¿Qué es lo que tiene?” preguntó la maestra preocupada.
“No sé exactamente, pero ha estado en cama todo el día, y papá sólo la deja sola cuando va al trabajo” le respondió María.
Al siguiente día, cuando estaba pasando lista, la maestra le preguntó a María cómo se encontraba su mamá, y ella contestó “Sigue en cama todo el día, esta tan mal que no va a poder venir a la escuela en algunos días”.
Lo que dijo preocupó mucho a todos sus compañeros, por lo que todos fueron muy amables con ella, dándole atenciones todo el día para que no se sintiera mal.
María se sentía algo culpable, pero le gustaba más que le dieran dulces y atenciones, por lo que se mantuvo La mentira de María por más tiempo.
La mentira se hacía más grande cada día. Todos estaban muy preocupados porque pensaban que la mamá de María seguía muy enferma.
Pero esto no duró mucho, porque un día, La mentira de María por fin fue descubierta: la maestra y la mamá de María se encontraron mientras hacían las compras.
La maestra preguntó si ya se encontraba mejor. “Tiene mucho tiempo que no me enfermo, ¡estoy mejor que nunca!” dijo la mamá de María. Con esta frase, se descubrió que María estaba mintiendo.
Al día siguiente, la maestra le volvió a preguntar a María cómo se encontraba su mamá. María volvió a decir que muy mal, como lo había hecho las semanas anteriores. “¿Segura, María?” dijo la maestra muy enojada.
“Si” respondió la pequeña.
Al escuchar esa respuesta, la maestra la miró, y enojada se levantó hacia la puerta del salón, para salir rápidamente. Después de unos segundos, volvió a entrar a la clase, pero no estaba sola: la mamá de María la acompañaba.
Ambas parecían estar muy enojadas, y la maestra dijo frente a todo el salón: “Mentir es malo, niños. Al no decir la verdad, herimos a los demás y hacemos más grandes problemas que podrían ser pequeños.”
“Recuerden que las mentiras siempre se descubren, sin importar en cuánto tiempo, siempre se sabe la verdad.”
Ninguno de los niños entendía lo que estaba pasando. Todos pensaban que la salud de la mamá de María había mejorado, y que por fin había podido salir de su casa.
Pero entendieron las palabras de la maestra: Mentir nunca está bien. María, que si había entendido por qué la maestra había dicho eso, le pidió disculpas a ella y a su maestra al terminar la clase, prometiendo nunca volver a mentir.
Con esto, la niña aprendió que lastimó a su mamá al decir esa mentira, y que está mal lastimar a las personas con una mentira.
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