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Conoce el cuento de El ratón tranquilo
Hoy te voy a platicar acerca del cuento de El ratón tranquilo, una historia con un gran mensaje, te invito a que lo leas.
Había una vez un pequeño ratón que vivía en un bosque muy grande y tranquilo.
Pasaba su día recorriéndolo y dando vueltas por todos lados con libertad, ya que todos los animales que vivían ahí se respetaban, desde los más pequeños hasta los más grandes.
Pero esa tranquilidad era demasiado bella, y no podía durar para siempre. Todo cambió cuando un extraño animal llegó a perturbar la armonía en la que vivían.
Te dejo estos enlaces para que sigas leyendo cuentos:
Este era un animal muy extraño, desconocido para El ratón tranquilo. Tenía la cabeza alargada, y se encontraba metiendo la cabeza en un agujero en el suelo. Al sacarla, el ratón pudo verlo bien.
Este animal era un oso hormiguero, que no parecía ser tan tranquilo como el ratón. Se veía muy activo, con muchas ganas de divertirse y reírse todo el tiempo.
Tifón y la ballena
La princesa que no quería nadar
El ratón tranquilo
Rundo y el colibrí
Esto no hubiera sido tan malo si el oso hubiera llegado para hacer amigos, pero todo lo contrario, quería burlarse del ratón todo el tiempo.
Esto le molestaba mucho ya que él nunca se metía con nadie, sólo paseaba por el bosque con tranquilidad.
-Eres muy pequeño, ¡cualquier otro animal podría pisarte y detener tus recorridos por el bosque!- dijo el oso riéndose.
-¿Por qué me dices eso? – contestó El ratón tranquilo. –Yo sólo camino por el bosque tranquilamente sin molestar a los otros animales, y espero que ellos tampoco me molesten a mí.
Nunca me he metido contigo. Por favor, respeta a los demás habitantes del bosque. Pero el oso hormiguero no respondió, ya que continuaba riéndose. Esto molestó al ratoncito, que decidió continuar con su paseo.
Tiempo después, durante uno de sus recorridos, el ratón escuchó unos ruidos muy fuertes. Corrió hacia el lugar de donde provenían dichos sonidos, y vio al oso hormiguero que lo había molestado tiempo atrás.
El oso no se veía tan divertido como la última vez que lo vio. De hecho estaba llorando porque un elefante enorme había decidido divertirse burlándose de él.
El ratón tranquilo, viendo lo triste que estaba el oso, decidió subirse a la espalda del elefante, que cuando lo sintió encima de él, comenzó a moverse para intentar quitarlo.
Aún con su enorme trompa y sus movimientos, no logró librarse de la presencia del pequeño animal en su lomo.
-¿Crees que porque eres tan grande puedes meterte con animales más pequeños?- dijo el ratón con valentía. –Pues de mí no vas a poder librarte tan fácilmente- dijo agarrándose con más fuerza de él.
El elefante les tenía mucho miedo a los ratones, así que comenzó a correr por todos lados.
El ratón tranquilo, viendo que el elefante parecía haber aprendido la lección, decidió bajarse para que este huyera lo más rápido y lejos que se pudiera.
El oso hormiguero se sintió muy avergonzado por haberse burlado del ratón. Se dio cuenta que él lo había molestado de la misma forma y por las mismas razones que el elefante lo había molestado a él.
Así que decidió pedirle perdón.
-Quiero pedirte disculpas por haberte tratado tan mal la última vez que nos vimos. Tú me has ayudado a defenderme a pesar de todo, y gracias a eso entendí que estuvo muy mal mi actitud.
Espero que puedas perdonarme- pidió el oso con la mirada hacia el piso.
-No hay problema, oso. Gracias a esto, espero que hayas aprendido la lección: en este bosque, todos vivimos en armonía, y a pesar de nuestras diferencias, tenemos derecho a ser felices aquí.
Si lo has comprendido, podemos ser amigos. Lo que hace mejor a este, nuestro hogar, es la variedad de animales que viven en él.
Ahora, vamos a buscar al elefante y a pedirle una disculpa. Vamos a a pasear por el bosque- dijo El ratón tranquilo caminando hacia el atardecer.